Bueno, primero y principal me gustaría dejar en claro que mi Príncipe de Persia no era el greñudo ese que va corriendo por las paredes y haciendo malabarismos con espadas. Mi Príncipe de Persia era el monigote del Sega Génesis que se desplazaba en un plano lateral y su máxima acrobacia era un salto hacia adelante (que por lo general siempre salía como el ojete). También cabe destacar que el juego de PS2 (en el que se basa -supuestamente- la película) me lo compré el mismo día del estreno, tres horas antes de ver la película, y todavía no lo jugué porque me hice a la idea de que si conocía el juego, la película me iba a decepcionar, y mucho.
Entonces ahí estaba el Departamento de Crítica y Análisis Cinematográfico de Factor Wisdom en su totalidad (del cual me enorgullece decir que soy el Presidente democráticamente electo por un vasto grupo de una persona). Después de una hora y media de trailers chotos de películas chotas que en mi puta vida vería, empezó la película de posta. La primera decepción me la llevé cuando caí en cuentas de que el protagonista era el mismo que en Secreto en la Montaña (te juro que cada vez que veía una carpa temblaba de cagaso), y la segunda cuando la gente aplaudió al final, pero no nos adelantemos.
¿Win? ¿Fail? Lo dejo a tu criterio
¿A qué viene todo esto? Bueno, el tema es que en Factor Wisdom siempre se habla de las películas a estrenarse, o a ser relanzadas en un idioma comprensible (quisir, que no sea japonés, ya que de otra cosa no hablamos -¿Para qué romper con la racha? Diría mi tío Beto-), pero en la puta vida se hizo un análisis crítico de una película. Así que, dados los sucesos ocurridos, hoy Factor Wisdom va a ofrecer a sus más fieles lectores (que deben ser cerca de... uno) una crítica analítica cinematográfica.
Temptress, mal traducida al español como "La niñera" -aunque en cierto modo, guarda algo de lógica... Ya lo van a descubrir-, del director Nic Cramer (no mires atrás... o estás jodido, dice el plot -tomá-). Y es que a veces, cuando vemos películas porno, nos olvidamos que existe un pequeño componente llamado "argumento", y aunque casi siempre sea una cagada cataclíptica, está ahí, entre culos, tetas y mamadas hasta la garganta.
Entonces arranca la película. No tiene mucha presentación; arranca directo con Paul Johnson (Julian, el padre de familia) hablando sobre su vecina, Lolita (Petra), a la cual vemos lavando el coche... ¡Pero no de cualquier manera! ¡Al estilo porno! Quisir, con ropa que le quedaría chica hasta a Paris Hilton, manguereándose a sí misma en cada oportunidad, e inclinándose a 90 grados para lavar el capó (lo enjabonaba con las tetas, una grosa Lolita), y lo más importante de todo, con cara de orgasmo. Y bueno, no es otra que Paul hablando en plan de narrador sobre Lolita, mientras lo vemos ahí parado como un pajero, mirando a la pendeja lavar el coche (no te hagás el gil, que vos también lo harías).
Ahí nomás pasa a la otra escena, donde vemos que todo lo que escuchábamos sobre Lolita, se lo contaba Paul al cantinero de un bar random de mala muerte (aunque tenía buena pinta, no había un alma), mientras se pone en pedo dándole al tequila. Típico de cliente molesto que entra en confianza, el cantinero -que por cierto, era idéntico al manfloro de Teleocho Informa- tenía que tragarse todas las quejas de Paul, que -según sus propias palabras (no textual)- "eran al reverendo pedo". Al mismo tiempo, Allegra (Brittney Skye, la esposa de Paul) hablaba con el cura (Tony Tedeschi) de exactamente lo mismo que Paul con el Cantinero, nada más que reconocía (sí, al cura) que no le veía la cara a Dios -en su sentido literal, claro- hacía tres semanas (una lástima, con lo buena que está).
De ahora hasta el final de la narración, se va mezclando lo que cuenta Allegra y lo que cuenta Paul. En esta parte se presenta a la familia; está Alice (Juliana Kincaid, la hija mayor), una típica veinteañera, histérica como la puta madre (el mismo Paul admite que lo que necesita es un buen polvo -paternidad: you're doing it wrong-), y Neil (Joel Lawrence, el hijo), un terrible pajero (posta). A este punto, el cantinero se caga en las batallitas familiares de Paul, y a cambio le dice que le cuente más sobre Lolita.
Entonces Paul, a cambio de un shot de tequila, empieza a narrar una situación que difícilmente pudo haber ocurrido, pero que igual la muestran en pantalla; y es Lolita, lavando el buga con las tetas, como de costumbre, hasta que llega Paul como Dios lo trajo al mundo -con el culo al aire- y empieza a manguerear a Lolita; primero con la manguera de goma, y después con la de cuero, obvio. Después de una terrible tirada de fideo y un polvazo sobre el capó del buga, Paul termina su narración (la cara de pajero del cantinero a todo esto es impagable).
Así que, en pedo y todo, se larga a manejar a toda leche hasta que, por lógica, se lleva puesta a la estrella por excelencia (Carmen Luvana, grosa total). Ahí nomás agarra y la lleva para la casa y la hace ver con un médico de confianza -con la frase mítica, "nunca ha estado aquí", incluída-, y de paso, aprovecha para meterle un poco de mano. Podría haber llegado más lejos, pero justo lo cagó la jermu -que cagada, che-. Después ni puta idea dónde se habrá metido, porque lo próximo que vemos es a Allegra sobándose la nutria estrepitosamente. También está Carmen parada en la puerta mirando toda la secuencia, pero la patrona ni enterada, así que siguió en lo suyo como si nada. Después nos damos cuenta de que en realidad no la veía ni a patada ranger, porque ni bien termina el espectáculo desaparece tras un efecto berreta de fuego (aunque más currado que los efectos de transportación de Rondador Nocturno en X-Men 2).
Posta, cuando digo que es grosa es porque es grosa
Así que bueno, después de una parva de tiempo la mina se despertó de su coma, y para complicarla, no tenía ni la más pálida idea de quién carajo era, o de dónde venía (aunque después nos enteramos de que se estaba haciendo bien la pelotuda). La hija de Paul, en un arranque increíble de creatividad desbordante, supuso que como "tenía cara de Jane", iban a llamarla Jane -Tremendo. Espero nunca quedar amnésico, a ver si en una de esas me ven cara de Rodolfo-; y Paul, en otro arranque desbordante, pero ésta vez de culpa, la contrató de niñera -para inexplicable cara de ojete de Allegra (después nos enteramos de que Paul se había empernado a las dos niñeras anteriores, un capo)-
En fin, la cuestión es que Jane se queda en la casa, y a medida que pasa el tiempo se va amoldando cada vez más, hasta el punto de subirle el autoestima a Neil (haciéndole terrible paja), y ayudar a Alice a que el jardinero (Lee Stone) la parta en ocho (paleteándole el pecebre enfrente suyo, y después pinta alto mènage à trois en la sala de estar). Ah, y también vemos que Jane tiene lengua de serpiente, re loco.
Al toque, mientras Neil está en una cita con una piba que vestía un atuendo cuestionable -pero no problemático- (August Night), Jane se le aparece en la forma de esos diablitos que aparecían en los dibujitos animados, que les daban consejos a los personajes parados en sus hombros, aunque en una versión más puta y culona. Siguiendo los consejos de Jane, Neil le encaja terrible chupón a August, y pasan de morrearse como cerdos a garchar como conejos, un capo Neil. Pero a todo esto, Allegra seguía desconfiando de Jane. Entonces la encara directamente para preguntarle que onda, a lo que Jane le responde susurrándole algo que no escuchamos al oído, dejando a la patrona culo al norte -literalmente-.
Y en un fla volvemos al bar del principio, nada más que todo currado con velas rojas y chucherías corte satánicas, con Jane en bolas escoltando a Paul a un trono en donde puede ver a Allegra haciéndole terrible pete al cura (un capo el cura). Entonces, mientras el cura se emperna a Allegra, Paul se emperna a Jane, que a todo esto resulta ser el Diablo -la Diabla en este caso, corte Elizabeth Hurley versión pr0n-.
MILF Alert (ya quisieras)
Al final, Jane se va a la mierda de la casa de los Johnson, y como escena final corte romántica, vemos a Paul abrazando a Allegra, mirando por la ventana como si nunca se hubieran guampeado. Tremendo.
The End... OR DO THEY??
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