11 de mayo de 2010

Amanecer, el fin de Crepúsculo

Y Dios sabe lo mucho que no quiero hablar de ésto, pero viendo que se acerca el final de esta lima industrial de cerebros adolescentes femeninos (o no tanto) en fase de pruebas, podemos decir, firmemente, que dentro de muy poco tiempo va a finalizar la inflación masiva de contenido escrotal por no parecernos EN NADA a los vampiros adolescentes de aquella -si cabe- historia.

Sí señores, el final de la saga Crepúsculo, Amanecer, ya tiene fecha de estreno para finales del 2011, lo cual significa que finalmente vamos a poder disfrutar de una cartelera decente y pensada para los que no queremos comernos ocho toneladas y media de mermelada sabor pelotudez por película en el 2012.

El argumento en sí es un poco caótico, pero no muy jodido de entender (recordemos que la autora escribió los libros en una plantilla de WordPad). Básicamente, cuenta la historia de una mocosa que vivía con la madre, pero como ésta no le daba ni cinco de pelota ya que estaba demasiado ocupada siendo una prostituta, la flaca se muda con el padre. Ya en su nuevo hogar, conoce -¿Cómo no? ¡Adivinaron!- al amor de su vida (lo supo al instante, después de preguntarle dónde paraba el 562 -bazinga!-), que en realidad venía de una familia de vampiros que solo chupaban sangre de animales por respeto a la vida humana (suele pasar), podían pasearse a plena luz del día porque siempre estaba nublado, ¡Ah! y el vampiro también podía leer la mente de las personas, tal y cual -quisir, todas esas cosas que los verdaderos vampiros no pueden hacer ni a patada ranger-

Mientras luchaba contra mis instintos naturales por no martillarme las bolas con una caja de botines industriales, serrucharme el pito con un Tramontina oxidado y regalárselo al Tito Barragán para que lo ponga de centro de mesa en Navidad; me clavé dos medidas de whisky y seguí viendo la película. Entonces supuse, los tortolitos van y se enamoran, el vampiro sin picha no puede aguantar las ganas de pegarle terrible mordiscón y chuparle hasta los sobacos (doble sentido, gracias), entonces le revela que es un vampiro para que ella se asuste, pero como era de esperarse, la mina se copa todavía más, y encima le pide que la muerda para convertirse en vampiresa ella también, pero él le dice que no porque es demasiado delicado como para beber sangre humana, entonces aparecen unos vampiros malos, secuestran a la mina, el vampiro sin picha la rescata y se ponen de novios, pero los vampiros malos la iban a vigilar de todos modos...

No, ÉSTOS vampiros no

... ¿Y a qué no saben lo que pasó? ¡Pasó exactamente todo lo que predije en dos minutos! Es entonces que ya hay una bala en la recámara con mi nombre, pero no hay tiempo para eso, empieza la segunda parte. La cosa es que el vampiro y la piba se ponen de novios, pero como casi toda la familia vampira se la quería lastrar, al vampiro no le queda otra que mandar a su novia a vender churros en la rambla, y él se manda a mudar, claro. Para no cortar con la racha, la piba se hace amiga de una jauría de hombres lobo, cosa de seguir codeándose con gente rara. Y también se van tirando los galgos mutuamente con el más pija de la jauría. La cuestión es que -por alguna razón- el vampiro piensa que la piba había cagado fuego, entonces va a ver a unos vampiros mega cajetillas, que son los que manejan todo el cotarro, y les pide que lo maten a él también, porque no quería vivir en un mundo sin su novia (oh, tears -esta parte justificó otra medida de Johnnie Walker-), pero el malentendido se aclara, los novios se reúnen y todos felices, pero como los vampiros cajetilla son bastante jodidos, le dicen al vampiro sin picha que si quería estar con la piba, tenía que convertirla en vampiro, entonces le pide matrimonio (claro, así funciona el sistema).

Tampoco. Seguí participando

Ahora viene la tercera parte, que todavía no se estrenó en cines, pero que ya me tiene las pelotas como dos fititos con tanta propaganda. Según dicen va a tratar sobre las penas del hombre lobo, y las ganas de la piba a hacer un mènage à trois con el mencionado y el vampiro. En cuanto al final, todavía falta un año de tortura.

En síntesis, la saga es una mierda. Los vampiros son geniales, pero Crepúsculo apesta. Constantine fue espectacular, pero Crepúsculo es basura. Drácula pateó culos, pero Crepúsculo es horrenda. Si tuviera que elegir entre ver de nuevo estas películas o crucificarme, es fija que diría "¡Vayan a por la pistola de clavos! Escuché que están de oferta en Makro". Pero claro, cuando una adolescente sale del cine tras haber visto este fiasco cinematográfico, insulto explícito a películas decentes como Casino o Buenos Muchachos, salen encantadas con el romanticismo trucho de segunda mano, y no tienen mejor idea que joder a los novios para que se parezcan a los vampiros. Bueno, déjenme decirles una cosa, pequeñas saltamontes... ¡¡Drácula tenía dos novias simultáneas, y eran ellas las que se calentaban en hacerlo feliz!! ¿Es eso honorable? No, pero nos gusta. Pero bueno, cuando pasa en una adolescente es comprensible, ya que a esa edad no se piensa, se fantasea. El tema es cuando pasa en señoras mayores de cuarenta, y eso SÍ que es preocupante.

Si fueran un grupo de hombres en plena crisis de los 40 gritándole a actrices adolescentes, probablemente alguien llamaría a la policía

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