12 de mayo de 2010

Blood, de Ten Shimoyama

Si hablamos de vampiros ni cabe mencionar que con Crepúsculo nos quedamos flacos (en los huesos, diría yo). Así que para remendar la entrada berreta de ayer, hoy traigo una VERDADERA película de vampiros: Blood, del director Ten Shimoyama.

¿Hay un destino para el amor y la lujuria de los que nunca mueren? El escritor, Shigenori Takechi, respondió a esta pregunta milenaria -bah, honestamente, nunca supe de nadie que se haya preguntado semejante gilada- en su libro, y el director de Shinobi: Heart under Blade, una de las mejores películas de ninjas de los últimos tiempos -posta, patea culos- se encargó de adaptarla a la pantalla grande, en un film cargado de acción, terror, vampiros reales -y no adolescentes maricones que chupan sangre de animales por respeto a la vida humana-, artes marciales, erotismo y sangre a cagarse, cosa de dejar a todos chochos.

La historia arranca cuando al Detective Hoshino lo degradan de su rango por exponer la identidad de varios funcionarios metidos en un bardo político, y lo mandan a investigar casos que fueron aplazados hace bocha y, digamos, nunca les dieron más bola. Una de sus investigaciones lo llevan a la casa de Miyako Rozmberk a averiguar sobre el asesinato de una de sus sirvientas hacía 14 años (como quien dice, el otro día). La dueña de casa, portadora de un atuendo cuestionable -pero no problemático- le dice a Hoshino que ella ya le había dicho a la cana todo lo que sabía, pero como Hoshino estaba más desorientado que tero en la autopista, Miyako lo guía hasta el supuesto asesino, Ukyo Kuronuma.

Hoshino llega al escondite de Ukyo en medio de un ritual en el que el asesino degollaba a una adolescente desnuda encadenada, lo cual lleva a una pelea con espadas de puta madre, en la que Ukyo le dice a Hoshino que él era en realidad un vampiro convertido por la misma Miyako hacia finales del Shogunato Tokugawa (un poco de historia nipona, nunca viene mal). Y ahí queda Hoshino, en medio de un terrible bondi, pudriéndosela a un vampiro por los "afectos" de una vampiresa.

El trailer, como es costumbre en Factor Wisdom, para que queden delirando con su extrema genialidad:


Y otro dato de importancia, para los que (por alguna razón) todavía no les convence la película:

Para el papel de Miyako, los productores eligieron nada más que a Aya Sugimoto, la diosa sexual nipona por excelencia de los últimos años. La MILF vocera de un suplemento dietario que aseguraba incrementar el tamaño del busto en las mujeres (donde Sugimoto aseguraba que a su edad, le costaba mantener la forma de sus grandes tetas), que se separó de su marido ya que consideraba que en su relación "no había suficiente sexo" -después caímos en cuentas de que el marido se autocircuncidó con una motosierra mal calibrada como recordatorio de lo boludo que fue-, y posó desnuda para una campaña de PETA (gente que cuida a los animales o... algo así) con un letrero que rezaba "Prefiero ir desnuda antes que vestir pieles" -o por su título en los círculos internos del club; "Tanta carne y todos estos giles haciéndose los veganos"-. Y sí, por si cabía alguna duda, Sugimoto aparece en un par de escenas como Dios la trajo al mundo: Con las tetas al aire.

Ya quisieras que te convierta en vampiro
¡Te comés los mocos, Pattinson!

1 comentario:

  1. tengo el cuello duro, como petrificado...este clima seco de mierda y los nervios logran cosas como esta...ah por cierto !! muy bueno el blog, que siga asi !!!

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