19 de octubre de 2010

Factor Wisdom vio Resident Evil: Afterlife


Finalmente el día llegó. Tanto que rompí las pelotas con Milla y los adelantos de la película, la cuarta de Resident Evil llegó a los cines argentinos.

Era jueves a las 15:00 y en una de esas me acordé que "hoy" era el día del estreno. La cuestión era, ¿Quién carajo va al cine un jueves a las cuatro de la tarde? Los solitarios y los pelotudos, supongo, así que me puse los pantalones y me tomé el bondi directo al cine.

Si en un corte llamaba para reservar una entrada cosa de no quedarme parado afuera como un salame, seguramente me hubieran ofrecido un par de entradas extra también para todos mis amigos, que deben ser cerca de... Uno (y no creo que la dejen entrar por una actitud de más zarpada en gorra de no admitir perros en las salas). Sé que no tiene mucho sentido, ¡Pero déjenme vivir, carajo!

La cuestión es que llego al cine, compro la entrada y recibo la pregunta asesina: "¿Al centro de la sala?". Y sí, uno tiene la cabeza tan llena de paja que cuando le preguntan eso con una sonrisa de oreja a oreja y con la voz de una criatura mágica que vive bajo un racimo de uvas en Anaheim, tiende a pensar que es la mejor opción. Así que sí, que venga el centro de la sala, que es en 3D y toda la pelota, que debe ser como tener a Milla sentada al lado comiendo pochoclos (aunque deteste con todas mis tripas a la gente que come en el cine... algún día explicaré por qué). A fin de cuentas, llegás al centro de la sala y te sentís al mejor estilo Horacio Pagani cuando Fabri le batió la del payaso mediático; como un reverendo pelotudo.

Pero bueno, es en 3D, y es en la mitad de la sala. Hasta que te das cuenta que la sala está más vacia que la mierda, te fumás la previa de la tortícolis que te va a agarrar cuando salgas. Después no, te das cuenta y te pasás al fondo, que nomás hay una parejita ofreciendo una clase vivencial de besos con contorsiones de lengua y franeleos íntimos -sabés que no van a hablar en toda la película, y con los lentes oscuros se pueden ponen a garchar justo en el asiento de adelante que no te vas a dar cuenta-

Empieza la película, que algun día tenía que empezar, y lo primero que jode es que sea en 3D. No es de malo, pero es una garcha eso de la perspectiva y de sentirse como un pajero cada vez que algo que salió volando amenaza con quedarte de sombrero. Pero bueno, está Milla, y aunque al principio me agarré un veneno de la san puta cuando vi que no perdía los poderes un carajo y que el ending de la tercera peli era una bizarreada, cambié de opinión al toque (cuando la vean sabrán por qué).


¿Es una película de zombies? Al principio no lo parece, pero puedo asegurar que SÍ; es de zombies, y de las buenas. ¿Es violenta? A partir de los primeros 10 segundos hasta que empiezan los créditos, violencia zombie a la vieja usanza. ¿Es en 3D? No es Furia de Titanes, así que sí -aunque sea una molestia-

En el transcurso de la película vemos que todo lo que pasó antes y los rumores que se esperaban para ésta entrega no son cualquiera; todo tiene un sentido. Lo único que queda colgado es eso que decían que con ésta se iba a terminar la saga. Bueno, MINTIERON; hasta te diría que da para dos películas más. Una saga corte Harry Potter, pero interesante.


Como de costumbre, nada más empezar la película me dieron unas ganas de mear que no se las creerían. Nunca había esperado tanto uno de esos intervalos hinchapelotas que suelen poner por lo general en las películas pedorras como las de Iron Man (para que la gente no se aburra tanto, supongo). Pero fue, cuando la cosa se pone no querés levantarte un carajo, y te querés quedar ahí hasta que salgan los zombies de la pantalla y tengas que salir cagando leches, pero de mear nada.

En fin; la puntuación final es:

8 Scarletts

¡Arriba Alice, carajo!

2 comentarios:

  1. jajajaja¡¡¡¡¡¡

    si le das 8 Scarletts voy a ir a verla... entonce si es 3D me pongo en el fondo....

    ah, ya esta en producción la quinta parte...

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  2. Siempre me admiro del detalle y la capacidad de exteriorizar y al mismo tiempo ponerle humor ironico y ocurrencia a los relatos...

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