Las fotos reveladoras de Britney Beers

Vamos a decir la verdad: El propósito original de la Internet en un principio era algo noble y de gran utilidad para la humanidad. ¿Cuál era ese propósito? Ni la más puta idea, pero seguramente era algo noble... Noble hasta que el hombre normal y corriente tuvo que meter mano. Desde ese día, la Internet puede usarse para dos y solo dos cosas: Bajar música, o bajar porno; el resto es complementario (y, digamos, nadie le da ni cinco de pelota).

Entre todos esos complementos, uno -boludeando- puede llegar a encontrarse con lo siguiente: Un par de fotos promocionales de doña Britney Spears, esa inocente (?) muchachita que alguna vez en su juventud supo ser un ícono de la "cultura" pop adolescente (GAK!), pero que con el tiempo cayó en el pozo ciego del chupi, la falopa y el jugo concentrado Suin de naranja, lo cual sumado a su berretín diario de englutir varios kilos de postrecito Sandy de vainilla con la mano, la convirtieron en ese cachivache todo baqueteado que ya todos tenemos junado (y, aunque piensen que me confundí de persona, no estoy hablando de Lindsay Lohan).

¿Qué hay en las fotos? Bueno, yo diría que saquen ustedes sus propias conclusiones:

Sé que voy a sonar machista, pero me gustaría dejar en claro un par de diferencias entre el hombre y la mujer, en relación a las aberraciones fotográficas exhibidas anteriormente: Los hombres podemos bien ser fanáticos de Chuck Norris o Clint Eastwood, mas eso no implica tener que cagarnos de hambre semanas enteras para poder parecernos a ellos... Y en contraparte, la verdadera diferencia radica en que el hombre, en su viril expresión, a sus cuarenta y tantos años puede verse caminando por la calle, con la buzarda en punta, la pelada brillante al sol, una lata de cerveza en la mano... Y a pesar de todo, va a seguir considerándose un tipo fachero.

¿Cuáles son los caminos que le damos, humildemente, desde Factor Wisdom a la doña Britney?

1. Dedicarse a hacer campañas en contra de la anorexia y la bulimia en la juventud (aunque claro, tendría menos impacto que Luis Ventura hablando de ética periodística)
2. Comparar su atractivo sexual con el de Zulma Lobato y la hija de Nicolás Repetto en el programa de Chiche Gelblung un domingo por la noche (esto subiría un poco su autoestima, supongo)
3. Raparse la cabeza otra vez... (sin explicaciones, simplemente me calientan las rapadas)
4. Dejar por completo la música, aprender a tejer macramé, inaugurar una fábrica textil con Yiya Murano, recuperar los millones que se quemó en merca, volvérselos a quemar en suplementos dietarios de Cormillot, quedar en bancarrota, apurar a la Yiya para que le pase unos mangos y, finalmente, cagarse muriendo tras una ingesta masiva de cacao en polvo marca Dia% contenida en un café que la doña Murano invitó "amablemente" a su coequiper (pero es imposible... la Murano no se codea con ESA gente)

Moris - De nada sirve